Wednesday, June 29, 2005

Publicidad hasta en la sopa

Cuando cerramos los ojos e intentamos imaginar el futuro, nos damos cuenta de algo importante, muy importante, y es que al abrirlos nuestro propio futuro ha quedado desfasado. En esta vida no hay que ir un paso por delante, sino varios, por si alguien va uno o dos pasos por delante de los demás, nosotros no nos quedaremos atrás.
El edificio Chrysler en Nueva York ha cumplido 75 años, un edificio de casi 80 plantas diseñado contra Maquiavelo según las pautas de "El príncipe" donde acentúa la "Resistencia a los cambios" por el pueblo llano. Un edificio construido por una marca de automóviles, con materiales empleados para la fabricación de "skylines".
Esto me hace pensar varias cosas, entre ellas, que en estos 75 años cada foto de Manhattan ha ido acompañada de una publicidad subliminal magistral. Una foto tras otra con el famoso edificio encañonando los cielos. Habrá que acostumbrarse, porque cada vez son más los complejos deportivos acompañados de una marca, sin contar con los parques temáticos financiados por compañías cinematográficas o por gigantes de la comunicación.
La publicidad, de un tiempo a esta parte, se ha ido introduciendo en nuestras vidas con un silencio peculiar para no despetar nuestro subconsciente. Pero es ahora, cuando los medios de comunicación, esos que usamos para entretenernos ¿e informarnos?, han sido colonizados por dicho elemento de la mercadotecnia. ¿Acabaremos introduciendo publicidad en los edificios públicos, en las calles de nuestras ciudades o en los libros de texto? Reebok Callao o Pepsi Gran Vía, no será tan anómalo en un futuro no muy lejano. Espero y deseo que el tiempo me quite la razón.

No comments: